De forma específica, evaluará la naturaleza y efectividad de las buenas prácticas de las candidaturas que les corresponda valorar, a través de los cuatro aspectos siguientes:
a) Los objetivos buscados con las medidas planificadas.
Se tendrá en cuenta la planificación de medidas internas de responsabilidad social interna, como las que afectan a los trabajadores. Se refiere, a cuestiones que favorezcan la calidad en el empleo, la conciliación de la vida personal y laboral, la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, el aprendizaje a lo largo de la vida, la organización del trabajo, o la salud y la seguridad en el trabajo; así como las prácticas respetuosas con el medio ambiente, relativas a la gestión de los recursos naturales utilizados en la producción.
Igualmente se valorará la planificación de medidas externas de responsabilidad social, como las tendentes a favorecer, entre otras cuestiones, la adecuada integración de las organizaciones en su entorno local, la inclusión social o el desarrollo sostenible.
b) Participación en iniciativas de fomento de la responsabilidad social.
En este apartado, se valorarán las acciones llevadas a cabo para la captación o asignación de recursos propios o ajenos destinados a la implantación de las medidas, tales como la participación en proyectos del Servicio Riojano de Empleo en programas de fomento de Planes de Acción Positiva, la línea de fomento de la integración de la responsabilidad social mediante préstamos a interés cero del Gobierno de La Rioja o las líneas de fomento de la responsabilidad social de la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja (ADER).
c) Las medidas utilizadas y la toma de decisiones concretas.
Entre otros criterios, se valorarán la inversión en personas, el diálogo social en la organización, el nivel de participación de las mujeres en la adopción de las medidas adoptadas, la integración de la innovación en las políticas adoptadas o la elaboración de la triple cuenta de resultados.
d) Los resultados y las mejoras obtenidos mediante la implantación y gestión de las medidas de responsabilidad social.
Entre otros criterios, se valorarán la implantación efectiva de una gestión integrada de la Responsabilidad Social, la utilidad de las medidas y la toma de decisiones como instrumento adicional para la gestión del cambio, la adopción de criterios éticos en la cultura de actuación de la organización, o la obtención de certificaciones reconocidas en materia de Responsabilidad Social como la gestión medioambiental, la prevención de riesgos laborales o la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.