El pasado sábado  a las  diez de la noche en las ruinas del primer monasterio Cisterciense de España, situado en  Autol, en las laderas del Monte Yerga, se  representaba la obra escrita por Gustavo Adolfo Bécquer ‘El Miserere de la Montaña’. El acto recupera nuevamente  su afán de superación y este año volvía  con mejoras y cambios en su escenificación, sonido, iluminación, efectos  (este año sin fuegos) y vestimentas de la época.

La historia se remonta al año 1136, en esta fecha un grupo de monjes del Cister, encabezados por el abad de Durango, llegaron a Santa María de Yerga para  fundar el primer cenobio cisterciense de España. La representación  está sacada de la obra de Bécquer, llena de horror, muerte y misterio, en la que un peregrino se encuentra en la noche de jueves Santo con  los espectros de los monjes del monasterio regresando de sus tumbas, como almas en pena condenadas a vagar en las tinieblas por morir en pecado.

Unos setenta actores y colaboradores dieron vida a esta representación que esta organizada por la Cofradía del Santísimo Sacramento de Autol, la colaboración del  Ayuntamiento de la localidad y el Gobierno de La Rioja.

Estubieron presentes para controlar  las grandes avalanchas de gente, pues en ocasiones ha llegado a congregar a tres mil personas, la Guardia Civil, la policía local, protección civil, Cruz Roja y  DYA, así como miembros de  la cofradía.