Deberio Gil cumple hoy 66 años de sacristán al servicio de las parroquias de Arnedo. Deberio Gil Ruiz de Gordejuela, nació en Arnedo un 4 de julio de 1925, por tanto tiene en la actualidad 84 años, de los cuales 66 los ha dedicado en cuerpo y alma a la parroquia en principio a la de Santo Tomás en la que comenzó a prestar sus servicios el 23 de enero de 1943 como sacristán, cargo que sigue ejerciendo en la actualidad.
La frase hecha de que ‘Dios compensa’, a Deberio la vista le jugo una mala pasada dejándole desde siempre una corta visión, pero le favoreció y agudizo otros sentidos como el del oído y en el sentido del ritmo, además de otras cualidades que atesora como es su chispa de humor.
El 29 de junio de 1967, consiguió ser el Campeón Nacional de Repiquetes de Campana, en el concurso organizado por la parroquia de Yabar (Navarra). El ingenio de Deberio, le llevó a recopilar los toques de campana que siempre ha habido en las parroquias arnedanas, para ello provisto de unas sartenes bien colocadas en unos caballetes y como si de campanas se tratará realizaba el 5 de noviembre de 1995 en la Casa de Cultura de Arnedo un concierto con los 18 toques de campanas que se habían recopilado, acompañados de unos textos y explicaciones sobre cuando y en que momento se tocaban estos.
Deberio ha sido y es aun hoy con sus 84 años un hombre inquieto. A los 18 años tocaba la batería con las orquestina ‘España Jazz’, que actuaba en el Bar España, simultaneaba sus actuaciones en los salones de baile en los salones de baile local. Perteneció más de 10 años a la orquesta Isasa. Fue fundador de una de las rondallas de Arnedo y del Orfeón Arnedano ‘Celso Díaz’. Desde que se creó la ‘Agrupación Musical Santa Cecilia’ pertenecía a ella como percusionista.
A Deberio se le rindió homenaje en sus 50 años como sacristán de la Parroquia de Santo Tomás. Participó como popular Rioja en Logroño y Popular Rioja Baja en Arnedo. El Ayuntamiento le entregó el escudo de la Ciudad.
Durante estos 66 años que lleva como sacristán, ha servido a ocho párrocos, entro con D. Gregorio, y pasaron por la parroquia, D. José María, D. Orestes, D. Eliseo, D. Emeterio, D. Gaspar, D. Ernesto y ahora D. Tomás; también estuvieron haciendo de párrocos D. Luís y D. Alberto.
Deberio nos decía, cuando le preguntaba sobre su jubilación, a lo que nos respondía que el no se jubilará cuando no pueda cumplir con su cometido lo dejará, pero que eso será cuando Dios quiera que sea.
Deberio es amigo de sus amigos, hombre responsable, competente, entregado durante estos años al servicio de Arnedo, con eficacia, honradez y humanidad. Deberio, Felicidades y hasta el año que viene.