Un año más Arnedillo celebro la fiesta de San Andrés. Una fiesta que data de 1888 cuando la localidad sufrió los efectos trágicos de una epidemia de viruela negra y su consecuencia tuvo el efecto de una gran mortandad. Sus habitantes buscaron en la fé lo que nos les podía proporcionarles la ciencia. San Andrés, que ya en un acta del 29 de septiembre de 1777 le nombraban como ‘protector de la salud de los individuos’, fue el Santo señalado por su vela y el que tomó protagonismo en la rogativa que le hicieron los sufridos habitantes de Arnedillo. Se quemó romero en calles y plazas por su cualidad desinfectante, y se sacó a San Andrés en procesión por las calles, la fe y el remedio casero, hicieron que la pandemia comenzará a remitir. Los médicos no supieron darle una explicación científica a este hecho, pero los nativos no dudaron ni por un momento que había sido San Andrés y el humo el origen de su salvación.
Desde entonces la tradición se rememora cada 30 de noviembre, o el último domingo mas próximo a esta fecha, con la procesión del humo, en recuerdo y tributo de admiración y cariño a sus antepasados.
Este año estuvieron presentes en la fiesta el Alcalde de Arnedillo, junto con concejales, la Diputada nacional, Remedio Elías, el Secretario General de los socialistas riojanos, Francisco Martínez Aldama, y presidió el oficio religioso el Obispo de La Rioja, junto con el párroco de la localidad, José Luís Moreno. El templo de Servando y San Germán estuvo lleno de fieles, y amenizo la celebración la Coral de La Rioja.