Por informaciones de miembros del Comité de Solidaridad del África Negra, así como de misioneros y cooperantes y voluntarios que están sobre el terreno comprendemos que las causas de esta guerra son muy complejas y no las vamos a explicar aquí.
Siendo espantosa la situación no es peor que de 1998-2003, EN que Ruanda, Uganda y Burundi invadieron Congo y produjeron 4 millones de muertos. Hay muchas implicaciones de intereses por los recursos energéticos del Este del Congo; de comportamientos irregulares de los MONUC (Cascos Azules ); de las acciones del señor de la guerra Laurent Nkunda; que la población de Goma y Bukavu, las capitales de Kivu Norte y Kivu Sur, han salido en masa pidiendo que desaparezcan de suelo congoleño todos los cascos azules; la dimisión del teniente general español Díaz de Villegas al mando de la MONUC el 27-10-2008 ¿por conocer irregularidades?
Los minerales que tiene: oro, diamantes, cobre, cobalto, uranio, estaño: Si dejara de salir coltán del este del Congo se colapsaría la fabricación de teléfonos móviles. Se podría producir un colapso económico internacional –y más en estos tiempos de crisis-.
Los beneficios de esas cantidades enormes de minerales están enriqueciendo al clan de Paul Kagame que en Ruanda ostenta el poder, que se encarga de mantener milicias ruandesas de diverso tipo (unas de interhamwes hutus y otras de tutsis como las de Nkunda). Él y su FPR (Frente Patriótico Ruandés) han hecho auténticas carnicerías en suelo ruandés y congoleño. Asesinado a cientos de miles de ruandeses –hutus sobre todo- y congoleños. Y sin embargo se hacen esfuerzos ímprobos para poner a Ruanda como ejemplo de desarrollo en África.
El Gobierno congoleño está en una situación de debilidad extrema: no tiene dinero –y la comunidad internacional no le quiere dar porque quiere mantenerle débil para que no intente cambiar las reglas del juego-; su presupuesto escaso no le permite ni pagar a los soldados que están al frente, ni a veces, abastecerles de municiones. Está dispuesto a ofrecer a China lo que necesite si ésta le ayuda. Y aquí aumentan los problemas.
Actualmente las multinacionales europeas y americanas están pagando al Congo entre un 5% y un 12% de las riquezas que declaran que sacan del país (a lo que hay que sumar lo que sacan clandestinamente pues el Gobierno no tiene capacidad de control). China ofrece un 30% de lo que saquen y esto ha causado pavor.
Y en los últimos días de agosto las milicias de Laurent Nkunda iniciaron esta ofensiva fuerte con apoyo de Ruanda a la conquista de los Kivus. Y la MONUC está para vigilar los intereses de la “comunidad Internacional” (o mejor dicho, en este caso de USA, Reino Unido, Bélgica, Holanda y otros) y en última instancia obedece las órdenes de Alan Doss, el Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas para la República Democrática del Congo, y de nacionalidad británica y jefe supremo de la MONUC. Por tanto la MONUC no está para proteger a los civiles –es la constatación más clara de los congoleños- sino para proteger las reglas del juego, y si en un momento dado el Presidente de Ruanda exige que la MONUC vaya a otra zona porque quiere que algunas de sus tropas se metan en el Congo, la MONUC obedece estas órdenes y se va.
Todo muy complejo. El Foro Social solicita información. Si no estamos al corriente de esta guerra se mantiene la impunidad y cada cual sigue haciendo lo que le conviene; y siguen muriendo civiles. En la medida que se conozcan las causas y consecuencias de estos intereses, cabe que se le ponga algún remedio razonable y justo. De lo contrario la situación irá cada vez a peor, con la indiferencia de quienes vivimos bien en una sociedad que llamamos de la información y la comunicación.
¿Cuántos millones de muertos más habrá en el silencio en esta región de África mientras nosotros hablamos con nuestros teléfonos móviles? Ya va la cuenta –entre Ruanda y Congo- posiblemente entre 7 y 9 millones. ¿O decidirán pararle los pies a Kagame porque parece que quiere ir demasiado lejos?