Una vez más se repite lo escrito en el evangelio de San Marcos10, 21,”Jesús, fijando su mirada en el caminante que le había preguntado ‘maestro bueno, ¿Qué tengo que hacer para alcanzar la vida eterna?’Jesús lo miró con amor y le dijo: una cosa te falta todavía; vende todo lo que tienes y dalo a los pobres; tendrás así un tesoro en el cielo. Luego, sígueme”.
Esta vez se trata de la joven de 19 años, Inet Román Rojas, que llegó al convento de Santa Clara de Arnedo, La Rioja, España, desde Perú, de Pumararcco, parroquia de Huancarama a unos 50 kilómetros de Cuzco, el 30 de mayo de 2008. Ella dejo como el resto de las 17 religiosas de clausura que hay en el convento arnedano, su casa, su familia, su tierra y su gente por amor al evangelio ‘a mi Señor’ como nos decía ella.
Su vocación se vio fortalecida gracias a un misionero, el Padre Bernardo Arévalo y a la visita de otra religiosa peruana, Sor Rosa María de Fátima, la cual antes de hacer los votos solemnes, viajo a su tierra para ver a sus padres y familia, ya que son 10 hermanos y todos no podían venir a su despedida con la vida-exterior, ya que se consagraba a Díos para siempre y se retiraba a una nueva vida de clausura.
La semilla que plantó, ha germinado y son ahora cuatro peruanas las que hay en el Convento de Santa Clara de Arnedo, dos de ellas están en el postulantado, Neli Carrasco de 23 años de Pampahura, Perú, que lleva cuatro meses en España, y el día 6 de julio llegaba de la misma localidad peruana su prima Orieta Carrasco Orihuel de 19 años.
El domingo día 12 a las 18 horas, las monjas Clarisas, invitan a participar en la celebración de entrada como novicia de Inet Román Rojas, a partir del domingo Sor Inet María de Jesús. El noviciado es cuando la persona comienza la vida en la Orden Franciscana y tiene como finalidad el conocer la vocación divina, el modo de vida, y el fortalecimiento de la mente, el corazón y el espíritu para saber si realmente tienen una vocación firme.